Tuesday, February 10, 2015

Sobre la homilía, por Teófilo Cabestero

La etimología nos dice que el nombre “homilía” viene del vocablo griego “homilein”, que significa “conversar o comunicar algo con familiaridad”; “compartir algo hablando de ello amistosamente".

Este significado etimológico sugiere el estilo y el tono propio de quien dirige confiadamente su palabra a familiares y amigos. No es el tono solemne, altisonante y a veces fanático de una proclama populista. Y menos aún el trueno acusatorio de quien juzga y condena o exige e impone algo a otros con autoritarismo. No es tampoco la disertación magistral de una cátedra o la exposición precisa de una clase o de una conferencia doctrinal y científica.

No. Lo propio de la homilía es el estilo y el tono cercano y confiado que despierta confianza, que anima a interesarse y a participar en lo que se comparte, porque es algo que concierne y conviene tanto a los que escuchan como al que habla. Todos quedan familiarmente implicados.

Ese estilo contagiante afecta al contenido de la homilía en la forma en que se concibe y se comunica cordial y llanamente, como algo que es de interés común para las personas reunidas en la asamblea, aun siendo estas en muchos aspectos tan diferentes como deben ser.

Fuente:
¿Se entienden nuestras homilías?
Teófilo Cabestero
Centro de Pastoral Liturgica

No comments:

Post a Comment