n. 137: Cabe recordar ahora que «la proclamación litúrgica de la Palabra de Dios, sobre todo en el contexto de la asamblea eucarística, no es tanto un momento de meditación y de catequesis, sino que es el diálogo de Dios con su pueblo, en el cual son proclamadas las maravillas de la salvación y propuestas siempre de nuevo las exigencias de la alianza». Hay una valoración especial de la homilía que proviene de su contexto eucarístico, que supera a toda catequesis por ser el momento más alto del diálogo entre Dios y su pueblo, antes de la comunión sacramental. La homilía es un retomar ese diálogo que ya está entablado entre el Señor y su pueblo. El que predica debe reconocer el corazón de su comunidad para buscar dónde está vivo y ardiente el deseo de Dios, y también dónde ese diálogo, que era amoroso, fue sofocado o no pudo dar fruto.
En este blog encontrarás artículos, comentarios, fotografías y otros materiales que te ayudarán a comprender y vivir el Sacramento de la Eucaristía. El administrador del blog no pretende decirte lo que debes creer o pensar sino ayudarte a reflexionar y a participar en el misterio de la Eucaristía. Por eso, las "opiniones" vertidas en las entradas no reproducen necesariamente su espiritualidad. Tus comentarios son bienvenidos.
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