Monday, February 16, 2015

De la costumbre de vestir a los niños de marineritos en su primera comunión, por Luis Antequera

Es una cuestión para la que no tengo respuesta cierta a decir verdad. Rebuscando en la red me encuentro que alguien antes que yo ya se la había formulado, El punto que faltaba, aportando alguna interesante teoría por lo que procedo a transcribir lo dicho:

“Estamos en Mayo el mes de las “comuniones”, o mejor dicho de las “mini bodas”. En fin, el tema está en que me he topado con unos niños vestidos de marinerito y me he hecho la siguiente pregunta: ¿Por qué existirá esa costumbre? Pues bien, como muchos de vosotros habríais hecho he consultado Internet pero no existe una teoría sólida...

La más acertada en mi humilde opinión, habla de un simbolismo religioso de la Iglesia como la barca de Cristo. Ya que éste en la Biblia aparece como “pescador de hombres”. Otros hablan en el caso de España de una costumbre “franquista”. Otras teorías lo relacionan con las fuerzas armadas. Locuras la mayoría de ellas. Pero quizás, no vaya más allá de una absurda tradición ... No sé... Me parece una buena pregunta”.

Pues bien, como al redactor del blog El punto que faltaba, le “parece una buena pregunta”, -y a mí también que conste-, voy a intentar darle yo una buena respuesta apuntando una nueva teoría que podría tener algo de razón. Me la sugiere la lectura del libro “La Armada Española. La campaña del Pacífico, 1862-1871. España frente a Chile y Perú”, del excelente historiador de la Marina Agustín R. Rodríguez González.

En él, al comentar la euforia que a los españoles produjo la llegada a España el 20 de septiembre de 1867 de la fragata Numancia completando la primera vuelta al mundo que daba un barco acorazado en toda la historia de la navegación, epílogo y colofón de la brillante Campaña del Pacífico acometida por la Marina española entre los años que dan título al libro, dice lo siguiente:

“Así dio más que cumplidamente la primera vuelta al mundo un buque acorazado, hazaña entonces tenida por poco menos que imposible, y más si se tiene en cuenta que durante dicha vuelta el buque había combatido en dura campaña. La gesta quedó perpetuada con una inscripción en el puente de la fragata que decía: “in loricata navis quae primo terram circuivit”.

El entusiasmo en España se desbordó y pronto el buque quedó reproducido en numerosos grabados y pinturas, se vistió a los niños con trajes de marineros y el nombre de la fragata en la gorra o lepanto” (op. cit. pags. 115-116).

Puesto al habla con el propio Agustín, buen amigo de la casa, me da una pista sobre una buena fuente de lo que él afirma: la obra “Fortunata y Jacinta” de Benito Pérez Galdós en la que cuando la familia Santa Cruz adopta a un niño, pensando que es hijo ilegítimo de Juanito Santa Cruz, miren lo que le dice la abuela en un momento dado:

“¡Dios mío! ¡Y las tiendas cerradas hoy!--exclamó Barbarita en tono de consternación--. Si estuvieran abiertas, ahora mismo le compraba un vestidito de marinero con su gorra en que diga: “Numancia” ¡Qué bien le estará!”

Costumbre ésta de vestir a los niños de marineritos, de la que me pregunto si no procedió finalmente la de hacerlo particularmente en ese momento iniciático fundamental que certifica su paso de la infancia a la pubertad, el de la primera comunión.

Me ayudaría mucho a corroborar mi teoría si alguno de Vds. tuviera fotografías antiguas de niños haciendo la comunión vestidos de marinerito, cercanas en todo caso a 1866. Si anteriores descartarían definitivamente la teoría. Si poco posteriores, contribuirían a confirmarla. Así que debajo tienen mi correo. No duden en hacérmelo saber en su caso.

Fuente: religionenlibertad.com

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