Friday, February 10, 2017

El “Pro multis”, “por muchos” en la tercera edicion del misal romano, por el P. Javier Sánchez Martínez

La fórmula de la consagración del cáliz varía buscando, precisamente, la mayor fidelidad al texto original. En lugar de “que será derramada por vosotros y por todos los hombres”, se dirá “por vosotros y por muchos”.

Fue Benedicto XVI quien impulsó este cambio en 2006. Por su mandato, la Congregación para el Culto divino publicó una Carta en la que mandaba se cambiase dicha expresión “en la próxima traducción del Misal Romano que los obispos y la Santa Sede aprobarán para ser usados en sus países”.

Por tanto, el “pro multis” se debería cambiar en la próxima edición del Misal en cada lengua; no se mandaba que directamente se hiciese y bastase con poner una pegatina en el actual Misal o taparlo con tipex. Ni se cambiaba la traducción del Misal entero para cambiar el “pro multis” por la expresión “por muchos”; más bien, el legislador indica lo siguiente: el Misal Romano latino en la 3ª edición debe traducirse a las lenguas vernáculas y, cuando se haga, entonces debe corregirse la fórmula de la consagración.

Traducción más fiel 

“Pro multis”, “por muchos”: ¿Qué entraña, qué significa? “Por muchos” fueron las palabras mismas del Señor al instituir la Eucaristía (Mt 26,28; Mc 14,24); “por muchos” es una traducción más fiel que “por todos”; ésta es una traducción menos exacta porque interpreta el contenido al traducirlo, es una explicación que más bien “pertenece propiamente a la catequesis” (Carta Congregación del Culto divino).

Sentido teológico

La Carta de la Congregación también da una explicación del sentido teológico: “La expresión “por muchos”, mientras que se mantiene abierta a la inclusión de cada persona humana, refleja el hecho de que esta salvación no ocurre en una forma mecánica sin la participación o voluntad propia de cada persona; más bien, se invita al creyente a aceptar en la fe el don que se ofrece y a recibir la vida sobrenatural que se da a aquellos que participan en este misterio y a vivir así su vida para que sean contados entre los “por muchos”, a quienes se refiere el texto”.

La voluntad de Dios en Cristo es la redención de todos los hombres, pero no todos la aceptarán ni la querrán, sino “muchos”. No todos quieren beneficiarse de la redención, sino “muchos”. La salvación no es automática: “¡Esforzaos en entrar por la puerta estrecha…!”

En este mismo sentido lo explica Benedicto XVI en la Carta ya mencionada al Presidente de la CE Alemana: “Todos” se mueve en el plano ontológico: el ser y obrar de Jesús, abarca a toda la humanidad, al pasado, al presente y al futuro. Pero históricamente, en la comunidad concreta de aquellos que celebran la Eucaristía, él llega de hecho sólo a “muchos”.

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